jueves, 21 de noviembre de 2013

Al rescate de la mística barrial


Pagina 12 / Abundan las referencias al barrio de Barracas, emblema del sur de la ciudad que conserva lo tanguero y lo barrial mientras resiste las avanzadas inmobiliarias. "Es un barrio tanguero de arrabal, con calles de adoquines, todavía de guapos", describe Doris Bennan, dueña del histórico bar Los Laureles, que festeja su 120 aniversario y será epicentro de la segunda edición del Festival Popular de Tango de Barracas, que comienza hoy y se extiende hasta el domingo.

El Festival Popular de Tango de Barracas se caracteriza por prestarles particular atención a los procesos políticos y sociales, y por rescatar la mística barrial en una zona amenazada por la avanzada agresiva del negocio inmobiliario. Los organizadores rescatan el papel de los clubes de barrio, de los bares, de la comunicación y del arrabal. Por ello este año incluye entre sus sedes al tradicional Club Sportivo Pereyra –otrora sede de grandes orquestas y milongas–, a Radio Gráfica –que funciona en el predio de una fábrica recuperada en 2003–, y la flamante Casa de la Cultura de la Villa 21−24. "Es un festival muy politizado, con un marcado perfil estético y político", cuentan desde la organización, "están metidas agrupaciones (el Movimiento Evita), el año pasado estuvo la gente del Borda, es un festival que toma posiciones".

Consultado por Página/12, Pablo Bernaba, otro de los organizadores, enumera los encuentros barriales dedicados al tango. "Nos parecía que Barracas, con toda su rica historia tanguera, no podía quedar afuera de esta movida", explica. El Quinteto Negro La Boca, que integran Radio Gráfica y Los Laureles, se pusieron la iniciativa al hombro el año pasado y este año redoblaron esfuerzos.

"Rescatar a bares y clubes es rescatar la cultura popular y nosotros creemos en rescatarla desde los actores mismos", afirma Bennan y destaca la incorporación del Club Sportivo Pereyra. "Es un símbolo para que el tango pueda volver a todos los clubes de barrio, desde los grandes hasta los pequeños en los que los vecinos se juntan a jugar a las cartas", confía. Desde su rincón en Los Laureles, de respetada milonga abierta e inclusiva, Bennan reafirma el rol social, tanto de integración como de contención, que cumplen los viejos cafés de barrio. "El encuentro que se da aquí no necesariamente sucede en otros ámbitos, hay amigos que quizá se encuentran acá después de 15 años de no hablarse", cuenta. Recuerda un caso de dos vecinos enemistados que entraban al bar por distintas puertas para no hablarse, y tras un año de trabajo paciente, consiguieron sentarlos a la misma mesa. "Es un espacio público", reflexiona, "el bar es un espacio de integración y contención bastante importante". Ese rol se extiende, desde luego, también a los milongueros. "Acá tenemos gente que cantó con Troilo y comparte mesa con pibes que recién empiezan, y les transmiten esa experiencia." Los Laureles hará lugar al festival hoy, mañana y el sábado. Mañana la actividad será doble y ocupará también el Sportivo, donde Bernaba confía que "se empezará a desarrollar una movida tanguera interesante".

El sábado la pista también se abrirá en la Radio Gráfica, en una jornada dedicada a reclamar por la plena implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, recientemente ratificada por la Corte Suprema de Justicia. "Cuando programábamos la fecha no había salido todavía el fallo de la Corte, pero igual creemos que hay que insistir por la implementación plena", señala Bernaba.

Liliana Diez, de Radio Gráfica, acompaña el sentimiento y habla de "celebrar" la ley. "Como medio de comunicación popular que somos ya veníamos peleando por la ley de medios, y nos parecía que había que incorporarla como una pata fundamental del festival", considera. La Radio funciona dentro de la Gráfica Patricios, una de las tantas empresas recuperadas por sus trabajadores tras el estallido de 2001.

"Algo muy importante del Festival es que el cierre se hará en la Casa de la Cultura de la Villa 21", destaca Diez, quien además integra el polo educativo del barrio y conoce desde adentro el esfuerzo de los vecinos para levantar el centro cultural. "Es un logro para el barrio porque fueron muchos los vecinos que pelearon y laburaron para que el espacio existiera", comenta.

Bernaba explica que se trata de rescatar la música popular en el seno mismo del arrabal. "Ahí el año pasado hicimos el cierre al aire libre, rodeados de toda la gente, porque el tango allí generalmente no entra, lamentablemente", apunta y nota que ningún festival antes había cerrado sus actividades en una villa.

El Festival tendrá entrada a la gorra en todas sus sedes. "Tratamos de no trastrocar la idiosincrasia de cada lugar", puntualiza Bernaba, "y la gorra es para los músicos, no para recaudar para el Festival". Bennan lo resume en el espíritu de Los Laureles: "En lo económico, nosotros no cobramos entrada ni tenemos obligación de consumo, es un espacio abierto y cada uno puede venir a su manera, todo eso se transmite en cómo se baila, en la música que se pasa, nosotros vemos lo que se va gestando y lo acompañamos".

Fuente: Entorno Inteligente

Link: http://www.entornointeligente.com/articulo/1606853/Al-rescate-de-la-mistica-barrial

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