sábado, 27 de abril de 2013

Barracas tendrá un mural de 90 metros

En los muros del Hospital Británico, el artista Marino Santa María plasma la obra


En Barracas, el artista porteño Marino Santa María inició hace unos días la ejecución del que va a ser el mural cerámico más largo de la ciudad. Santa María, reconocido por sus murales del pasaje Lanín, vuelve a dejar su impronta con una obra de 90 metros de largo por tres de alto, esta vez sobre los muros del Hospital Británico.

En palabras del artista, se trata de una "intervención urbana consolidada", materializada sobre Caseros entre Baigorri y Perdriel. "Está concebida para que pueda leerse caminando y para acompañar al peatón en su recorrido desde cualquiera de los dos extremos", detalla.

Santa María, convocado por el hospital porteño para celebrar de esta forma sus 125 años en Barracas, trazó sobre la pared que da a Caseros, con aerosol azul, el perfil de la obra. Dentro de ese perímetro marcado se colocarán, amuradas, placas de fibrocemento, muchas de las cuales ya están acabadas y se encuentran en el taller de Santa María. Con forma de polígonos irregulares y en solución de continuidad, las placas se enlazarán generando a lo largo una tensión visual. Sobre ellas, azulejos y cerámicos aportarán forma y color a óvalos y círculos, trabajados con la técnica de trencadis catalán -un modo empleado por Antonio Gaudí-, que hará que presenten cortes irregulares.

lunes, 15 de abril de 2013

Un misterio en Barracas


En la esquina vieja de Jovellanos y Martín García se alzó por muchos años el edificio de imprenta de Editorial Kraft, rojo de ladrillos como se ve en la primera foto. Luego taller textil, el edificio quedó vacío en los noventa y en la primera década de este siglo hasta que –rumores luego confirmados– lo compró la cadena Coto de supermercados. A fines de 2011 apareció finalmente un cartel de demolición parcial y obra nueva que anunciaba un hipermercado con patio de comidas y patio infantil con alturas y superficies similares a las que ya imperan en la zona. Los interiores del edificio histórico desaparecieron, pero las fachadas siguieron en su lugar y eso fue el final de la actividad: la obra no se hizo. Como se ve en la segunda foto, los trabajos despejaron un enorme terreno y dejaron como una pantalla los frentes viejos sobre Jovellanos y sobre Martín García. Pasó un año y la inquietud de los vecinos volvió, porque el cartel fue reemplazado por uno que simplemente avisa de una demolición total, sin detalles de usos futuros. A la vez, el estudio Anima, especializado en maquetas digitales, colgó en su sitio la tercera imagen de esta nota, mostrando las fachadas originales frente a una súper-mega-recontra-torrezota, de las que descalabran toda escala y toda capacidad de desagüe hídrico. 

En octubre del año pasado el mismo Alfredo Coto le dijo a la revista Actualidad en Supermercados que el edificio original era patrimonial y que el proyecto era así “difícil”, pero que incluía un edificio de oficinas, que debe ser la fea torre. Lo raro del asunto es que Barracas tiene ahora la ley 3954 que limita las alturas y hace simplemente imposible construir en esa escala. Los vecinos de Proteger Barracas se preguntan si la obra quiere hacer valer un proyecto del año 2000 y si en la DGIUR tienen algo que decir sobre esto de hacer algo tan fuerte en el entorno de un edificio catalogado. El defensor adjunto del Pueblo porteño, Gerardo Gómez Coronado, se pregunta lo mismo, y ya inició un trámite para averiguarlo.

Fuente: Pagina 12