domingo, 8 de noviembre de 2015

Sportivo Barracas: un pasado ilustre y un presente feliz

Una exitosa campaña llevó al tradicional club porteño al ascenso a la C. Es un equipo vinculado a momentos históricos del fútbol argentino pero que también pasó por etapas muy oscuras.


No parece necesario recurrir a los astros para deducir que octubre es un mes propicio para Sportivo Barracas, nacido el 30 del décimo mes de 1913. El flamante campeón de Primera D, consagrado como el mejor de la última categoría del ascenso este mes, guarda valiosos recuerdos en su histórico pasado. En su vieja y desaparecida cancha, que se ubicaba a pasos del Riachuelo, nacieron dos términos incorporados para siempre al colorido diccionario futbolero: alambrado olímpico y gol olímpico. El 2 de octubre de 1924, el estadio de Sportivo Barracas, escenario principal por capacidad y comodidad en la década del 20, albergó un amistoso entre las selecciones de Argentina y Uruguay, inaugurando el alambrado alrededor del terrreno de juego y con Cesáreo Onzari, futbolista argentino, sorprendiendo con una conversión directa pateando un tiro de esquina, por primera vez tras una modificación del reglamento; como los uruguayos venían de ser campeones olímpicos, los bautismos de estas dos novedades encontraron una fácil resolución. Otro orgullo, aunque no sucedió en octubre sino en agosto de 1932, lo representa la medalla dorada olímpica que se colgó Juan Carlos Zabala, el "Ñandú Criollo", atleta federado de Sportivo Barracas, en la maratón de Los Angeles 1932,

Esos inicios fulgurantes encontraban a Sportivo Barracas como uno de los clubes más importantes del fútbol nacional, incluyendo un interesante recorrido durante dieciocho años en el torneo de Primera A del amateurismo. En 1937 se desafilió y recién volvió a inscribirse en la AFA en 1967 para arrancar bien de abajo: en Primera D (entonces llamada Aficionados), categoría donde desarrolló el más alto porcentaje de su vida futbolística. El paso del tiempo también borró el brillo de aquellos comienzos felices. Cinco veces se quedó al margen de la competencia durante un año por haber obtenido el peor promedio de descenso en Primera, y la última está fresca: fue en la temporada 2011-12.

Un emprendimiento privado, encabezado por el periodista deportivo Enrique Sacco, lo sacudió en 2003, al gerenciar su fútbol y trasladarse a la ciudad bonaerense de San Carlos de Bolívar cambiando también su nombre a Sportivo Barracas Bolívar y los colores de su camiseta: las rayas verticales finitas azules y blancas se pintaron de un inédito rojo. Más allá del temprano éxito, con el ascenso a Primera C tras superar en la final a Fénix, los viejos hinchas del Arrabalero nunca quedaron conformes con la mudanza y Sportivo Barracas regresó a su mítico barrio en 2009. Durante su última desafilición asumió como presidente Víctor Santa María, secretario general del gremio de los encargados de edificios (SUTERH), con el objetivo de reimpulsar al club que además de fútbol masculino se destaca en fútbol 5 y fútbol femenino.

Patricio Costa Repetto, delantero con experiencia y goles sumados en sus pasos por Ituzaingó, Centro Español, Muñiz, San Martín y Leandro N. Alem, se sumó al plantel esta temporada. Y contribuyó con 11 tantos, uno menos que Diego Dorregaray, el máximo anotador del equipo. "Al principio de la temporada se armó un muy buen grupo y eso fue fundamental. Tuvimos casi dos equipos completos y prácticamente no se notó que hubo titulares y suplentes, todos estuvieron a la altura de las circunstancias y de locales y de visitantes hicimos el mismo planteo", le cuenta Costa Repetto a Clarín. El goleador de 30 años agrega: "Empezamos el torneo con la intención de jugar con pelota al piso, una manera de juego no común en esta división. A veces se complicaba por el estado de algunas canchas pero al final se vieron los frutos". De sus contribuciones en la red, Costa Repetto asevera: "Por suerte en lo personal me fue bien, siempre tratando de hacer lo que los técnicos me pedían, y metí goles importantes. Si tengo que destacar un gol, me quedó con el que le hice a Lugano, de visitantes con una volea de zurda al ángulo, en una cancha dura y que por suerte sirvió para abrir un partido complicado". Costa Repetto resalta que "Sportivo Barracas es un club muy ordenado institucionalmente y eso hace que las cosas se encaminen solas. Fue una ventaja que se sintió en esta campaña. Ahora el proyecto es seguir entrenándose hasta fin de año y tratando de disfrutar este momento único. Y después a poner la cabeza en la temporada que viene y a planificar volver a hacer un buen campeonato".

Bajo la conducción de la dupla Damián Infante-Claudio Vidal, Sportivo Barracas redondeó una campaña de 17 triunfos, 10 empates y 3 derrotas con 46 goles a favor y 25 en contra. Luego de su tercera derrota, ante Central Ballester (2-0) en la octava fecha el 4 de abril, no volvió a perder. Y dio la vuelta olímpica en la jornada final superando a Muñiz 1 a 0 con gol de Dorregaray, en cancha de Sportivo Italiano, donde ejerce la localía. Tres puntos abajo en la tabla de posiciones quedaron Atlas y Liniers. Así Sportivo Barracas festejó un campeonato y su segundo ascenso a Primera C, apenas dos años después de su reincorporación a la D. Y su pasado ilustre se asoció a este presente feliz.

Fuente: Clarín 

Link: http://www.clarin.com/deportes/ascenso/Querido_ascenso-Sportivo_Barracas-Patricio_Costa_Repetto-Primera_D_0_1456054759.html

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