Ahí, en el Sur de la Ciudad, hay un viaje en el tiempo a la Europa medieval. Con cruzados, templarios y guerreros; artesanías y costumbres; juegos, competencias y demostraciones; música y sabores. En la tercera edición de la Feria Medieval la invitación es a trasladarse al Burgo del Sur, sin salir de Barracas.
“Lo organizamos dos grupos de recreación histórica: La Orden de los Caballeros de la Cruz, que son todos cruzados, o sea, templarios, teutones, Santo Sepulcro, hospitalarios. Y el grupo Arme, la Asociación de Recreación Medieval Escandinava, con el apoyo de la Dirección General de Promoción Cultural”, cuenta Juan Manuel Chevasco Díaz, en El Mercadillo, armado en el patio del Espacio Cultural del Sur. ¿Qué es la recreación histórica? “Un hobby. En un momento el libro te queda chico y empezás a buscar más. Lees, estudias y reproducís. Hoy, por ejemplo, estoy vestido como hubiese estado un cruzado en la pelea de Hattin, en la que perdimos”, avanza.
En el stand del Centro de Entrenamiento de Combate Medieval (entrenan en el Club Triglav y compiten a nivel internacional) los visitantes se prueban cascos, armaduras, espadas. Sofía Sueldo tiene 19 años, es de Flores y descubrió el Bohurt (como se llama el deporte) en otra feria. “Había venido porque me encanta todo lo que es medieval y me llamó la atención. Así empecé a entrenar. Es mucho trabajo físico para bancarse la armadura y después es un juego con espadas de verdad ”, cuenta.
Adriana Di Francesco es la capitana de la selección nacional y la encargada del guiso de cebada que comparten los recreacionistas. Luce un traje que recrea la vestimenta de las mujeres de Escandinavia. “No hay un libro de recetas. Se estudia lo que había en la zona, las rutas de comercio, los hallazgos arqueológicos y a partir de ahí se reconstruye latradición gastronómica de la Edad Media ”, explica.
En el patio hay campamentos militares y civiles de distintos estilos. Algunos cocinan, otros tallan herramientas y cumplen con la rutina de tareas cotidianas. “Son como los campamentos que acompañaban a los ejércitos en sus incursiones que duraban meses”, explica Juan. Atrás los chicos se baten a duelo con lanzas de gomaespuma y otros practican arquería.
Fuente: Clarín
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