Una de las razones de ser del diseño es la de mejorar la vida de las personas. Mediante el concurso de iluminación de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Barracas que lanzó el Distrito de Diseño, la comunidad con la que trabaja el cura párroco Sebastián García podrá afianzar su sentido de pertenencia al barrio y así favorecer la inclusión social.
Desde hace un año y medio, Sebastián García es el párroco y responsable de la animación de la comunidad parroquial de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Barracas, ubicada en un punto de unión entre dos realidades: el barrio y la villa 21-24.
Entre las actividades que se realizan bajo su dirección -además de las religiosas- se encuentran los talleres de capacitación, apoyo escolar para los chicos del barrio, trabajo con gente en situación de calle, grupos de guías y scouts, taller de danzas folklóricas argentinas y latinoamericanas, Cáritas, y hasta atención psicológica y psicopedagógica para gente de bajos recursos. “La gente que se acerca a la comunidad es de clase media y baja. Muchos son vecinos de la villa 21-24. Es una comunidad que busca la inclusión social, y el sentirnos permanentemente comunidad. Se respira ese aire bien de barrio y de arrabal: casas bajas, plazas, conocerse entre vecinos”, asegura este joven sacerdote que tan bien maneja las redes sociales, siempre con ánimos de integración.
HACIA UN DISEÑO INCLUSIVO
En su misión de “pintar su aldea”, el Distrito de Diseño lanzó un concurso para iluminar la Basílica, e incluyó al sacerdote como miembro del jurado. Las propuestas a presentar deben abarcar el cuerpo principal exterior de la Basílica y su predio circundante.“La Basílica del Sagrado Corazón es un emblema icónico del barrio de Barracas. Más allá de la religión y el culto, es una cuestión de esencia. Si uno se quiere imaginar Barracas, una de las imágenes es la Basílica: por lo grande, lo suntuoso. En las últimas décadas, se produjo este fenómeno de una gran mejora en todo lo que tiene que ver con el marco de la Basílica, pero no la Basílica misma. Entonces, cayó como en un hoyo negro: todo alrededor es luz, color, claridad. Y el templo más grande de la Ciudad de Buenos Aires cae en la profunda oscuridad”, nos explica.
¿Cómo surgió la posibilidad de este concurso de iluminación?
SG Fue a partir de la vinculación con el CMD (Centro Metropolitano del Diseño). Se produjeron muy ricos intercambios de los cuales surgió el año pasado la iniciativa de “Mirar Barracas”, que tenía en su portada la Basílica, y fue toda una muestra y un itinerario para poder redescubrir Barracas desde Barracas. Se generó también el hecho de que la Basílica pudiera ser parte del circuito de La Noche de los Museos en 2014, gracias también a Laura Salles y a toda la gente linda del CMD. Y como paso final, se materializó el pedido constante que le hacía yo al Centro de poder iluminar la iglesia.
¿De qué forma se beneficiarán la Basílica y los parroquianos con el concurso?
SG La posibilidad de iluminar la Basílica tiene que ver con aspectos fundamentales. Lo primero es el aspecto artístico: es necesario iluminar para resaltar el bellísimo arte con el que fue construida, y que se pierde por estar en ese “cono de sombra”. Pero además, creo que es necesario iluminarla para que se acreciente y se gane en identidad. Si la Basílica tiene luz y brilla el dorado Sagrado Corazón, eso le dice al vecino: “no estoy solo”. Y hace que muchos se digan lo mismo. Entonces, se genera identidad: “Yo soy del barrio de Barracas que tiene al Sagrado Corazón, ese que brilla en la noche”. Y por último, tiene un aspecto existencial: una iglesia iluminada, con movimiento, nos hace levantar la cabeza del empedrado, nos hace mirar para arriba, y hace ver que las paredes no son cosas muertas, sino que laten y vibran. Que en el mar de la cotidianeidad, hay algo que me despierta y me lleva a las alturas. Iluminar es sacar el alma del aburguesamiento al que tanto nos tiene acostumbrado este sistema. Es mirar más lejos. Es ir más allá.
¿Cómo te imaginás el proyecto ganador?
SG Me imagino un proyecto completamente revolucionario. Porque no se trata de “ponerle luz” a un edificio. Tiene que ser un proyecto donde la luz haga bailar en un orden armónico todas las molduras y paredes del templo y se corone todo en lo alto, donde está la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Y que brille. Y que se mueva. Y que dance. Y que vuelva de nuevo todo ese movimiento a caer a la tierra, para volver a tomar fuerzas, escalar las paredes, los muros, vencer la piedra y coronarse en el Corazón. Sueño una iluminación en donde la gente que pase y la vea, no se quede atónita por el snobismo de algo “iluminado con onda”, sino que diga: “Esto es lo que me pasa a mí… Esto es mi vida”. Que todo el edificio se embeba de luz caótica, para luego armonizarse, serenarse y coronarse en lo alto del Corazón de Jesús. Creo que el proyecto ganador tiene que tener en cuenta todo esto. Es como si de los cimientos brotara la luz que en los vaivenes y los juegos van a ir aclarándose hasta llegar a lo alto, y se gane en brillo y quietud. Como es tu vida. Como es la mía.
Fuente: 90+10
Link: http://90mas10.com/2015/09/10/concurso-de-diseno-iluminar-la-basilica-para-sumarle-identidad-a-barracas/
Una idea muy interesante y llena de luz para los vecinos y personas que transitan el barrio de Barracas
ResponderEliminarMe parece muy buena idea!!!
EliminarDepende de mo sea el proyecto: el modo en que están iluminando la casa rosada y otros edificios, con esas luces de colores y de neón: es lo más cache que he visto en mi vida!!! Pierde esa delicadeza de la piedra o la pared que se diluye en la noche pero guarda la delicada apariencia arquitectónica de origen: tipo Walt Disney, nooo, por favor!!! Le quitan la sobria elegancia.
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