A principios del siglo XVIII se comenzaron a instalar al costado del Riachuelo las primeras barracas y saladeros de cuero, de ovejas y vacunos. Esta era la principal industria del Río de la Plata, y había saladeros, como el del francés Cambaceres, que se instaló cerca de 1830, con más de 300 trabajadores. Muchos de los trabajadores de los saladeros eran vascos franceses y bearneses, una población de 283 personas en total en la zona en 1855.
Las familias ricas, como los Alzaga, los Montes de Oca, o los Brown, poblaron las quintas de la zona cercana a las barracas. El 30 de Agosto de 1853 el Dr. Juan Milberg fue el primer Juez de Paz de Barracas.
En este censo pueden verse muchas casas de inquilinato propiedad de comerciantes de la zona, como las 7 que poseía el inglés Roberto Hunt, y que daban vivienda a los trabajadores de las barracas y saladeros. Alrededor de las viviendas había almacenes de ramos generales, panaderías, carpinterías, herrerías, fondas y pulperías. Cerca del Riachuelo también se ven establecidos numerosos ranchos de paja y casas de madera.
CENSADOS 1 JUZGADO, Nº 1
VARONES: 2410
En este censo pueden verse muchas casas de inquilinato propiedad de comerciantes de la zona, como las 7 que poseía el inglés Roberto Hunt, y que daban vivienda a los trabajadores de las barracas y saladeros. Alrededor de las viviendas había almacenes de ramos generales, panaderías, carpinterías, herrerías, fondas y pulperías. Cerca del Riachuelo también se ven establecidos numerosos ranchos de paja y casas de madera.
CENSADOS 1 JUZGADO, Nº 1
VARONES: 2410
MUJERES: 1438
TOTAL: 3848
"...Muy cerca están los lavaderos, donde una parte de los peones se ocupa en sumergir en el agua los cueros de oveja y golpearlos, sacándoles las espinas de cardo que se adhieren a la lana en los pastizales. En las inmediaciones se hallan las barracas y saladeros, donde preparan para el comercio los diversos productos que se obtienen de los animales... En la barraca enfardan la lana y acomodan los cueros destinados a la exportación. El saladero reúne todas las diversas operaciones de tal industria.
"...Alrededor del Pueblo de Barracas, pueden verse especies de puentes, tapiales y diques de varios pies de altura, hechos con montones de cuernos de vacunos. Desde que han aumentado las máquinas a vapor, estos cuernos, así como los huesos calcinados, se ponen aparte para encender los hornos y quemar los restos de los animales. Con esta serie de procedimientos económicos, se comprende que los propietarios de los saladeros puedan realizar ganancias considerables y pagar altos jornales a sus obreros..." (Xavier Marmier, Buenos Aires y Montevideo en 1850).
"...El día domingo, resuenan ruidos jubilosos en el pueblo de Barracas; en la pulperías los bebedores ríen alrededor de las mesas, se juega a las bochas y a la pelota en las calles, se corren carreras en el campo. En algún balcón de madera, un joven bearnés canta, acompañándose de la guitarra, una canción de su país natal. Más lejos, un violín da la señal del vals o de la cuadrilla. Por todos lados aparecen los pañuelos de colores lucientes que sirven de tocado a las jóvenes vascas; se ven las boinas blancas de los Pirineos, los corsages estrechos, las blusas que denuncian formas vivas y elegantes. Nos creeríamos a orillas del Gave, o en las aldeas pirenaicas. Las familias vascas y navarras que se establecen aquí, guardan su alegría nativa, su idioma y sus costumbres. Al mismo tiempo recuerdan que han emprendido tan largo viaje con el propósito de hacer fortuna y las anima la esperanza de volver algún día, enriquecidas por su trabajo, a la hermosa ciudad de Pau o a la querida Bayonne. Son familias tan laboriosas como económicas. Se ayudan mutuamente, mandan dinero a Francia y el resto lo colocan en Buenos Aires...Se calcula en cerca de 8 millones de francos el dinero que esta población industriosa y honesta posee en Buenos Aires y sus alrededores..." (Xavier Marmier, "Buenos Aires y Montevideo en 1850").
En esta imagen vemos la Bajada de Santa Lucía o Calle Larga de Barracas, actual Avda. Montes de Oca.
Fuente: http://censobuenosaires1855.com
Link: http://censobuenosaires1855.com/barracas_al_norte_sp.html
"...Muy cerca están los lavaderos, donde una parte de los peones se ocupa en sumergir en el agua los cueros de oveja y golpearlos, sacándoles las espinas de cardo que se adhieren a la lana en los pastizales. En las inmediaciones se hallan las barracas y saladeros, donde preparan para el comercio los diversos productos que se obtienen de los animales... En la barraca enfardan la lana y acomodan los cueros destinados a la exportación. El saladero reúne todas las diversas operaciones de tal industria.
"...Alrededor del Pueblo de Barracas, pueden verse especies de puentes, tapiales y diques de varios pies de altura, hechos con montones de cuernos de vacunos. Desde que han aumentado las máquinas a vapor, estos cuernos, así como los huesos calcinados, se ponen aparte para encender los hornos y quemar los restos de los animales. Con esta serie de procedimientos económicos, se comprende que los propietarios de los saladeros puedan realizar ganancias considerables y pagar altos jornales a sus obreros..." (Xavier Marmier, Buenos Aires y Montevideo en 1850).
"...El día domingo, resuenan ruidos jubilosos en el pueblo de Barracas; en la pulperías los bebedores ríen alrededor de las mesas, se juega a las bochas y a la pelota en las calles, se corren carreras en el campo. En algún balcón de madera, un joven bearnés canta, acompañándose de la guitarra, una canción de su país natal. Más lejos, un violín da la señal del vals o de la cuadrilla. Por todos lados aparecen los pañuelos de colores lucientes que sirven de tocado a las jóvenes vascas; se ven las boinas blancas de los Pirineos, los corsages estrechos, las blusas que denuncian formas vivas y elegantes. Nos creeríamos a orillas del Gave, o en las aldeas pirenaicas. Las familias vascas y navarras que se establecen aquí, guardan su alegría nativa, su idioma y sus costumbres. Al mismo tiempo recuerdan que han emprendido tan largo viaje con el propósito de hacer fortuna y las anima la esperanza de volver algún día, enriquecidas por su trabajo, a la hermosa ciudad de Pau o a la querida Bayonne. Son familias tan laboriosas como económicas. Se ayudan mutuamente, mandan dinero a Francia y el resto lo colocan en Buenos Aires...Se calcula en cerca de 8 millones de francos el dinero que esta población industriosa y honesta posee en Buenos Aires y sus alrededores..." (Xavier Marmier, "Buenos Aires y Montevideo en 1850").
En esta imagen vemos la Bajada de Santa Lucía o Calle Larga de Barracas, actual Avda. Montes de Oca.
Fuente: http://censobuenosaires1855.com
Link: http://censobuenosaires1855.com/barracas_al_norte_sp.html
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