viernes, 4 de noviembre de 2011

La pasarela volvió a Barracas y le da impulso a la moda local

Musicalizado con una selección de canciones patrias, el clima especial que se creaba era para la colección L’Ecole (La Escuela). Fue el desfile que nadie quiso perderse, del célebre diseñador argentino Pablo Ramírez, en una sede distinta: el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en Barracas, para la segunda edición del Buenos Aires Runway. Elogiado por la perfección del trabajo de sastrería en sus diseños, Ramírez replicó en Buenos Aires lo que ya había mostrado en Estocolmo, en el último Fashion Week.

Fue el primero de una serie de desfiles y actividades que buscan promover lo que se produce a nivel diseño en la Ciudad, generar puestos de trabajo –especialmente desde las escuelas de oficios– e impulsar la exportación.

A su turno Daniela Sartori exhibió su colección verano 2012, Candomblé . Una decena de modelos flaquísimas desfilaron diseños muy urbanos, cómodos y de colores naturales . Sartori había sido “diseñadora emergente” en la primera edición de Buenos Aires Runway. “Me encantó. Dio sensación de frescura y naturalidad”, elogió Juana García Dorado, estudiante de asesoramiento de imagen. Y Cristian Martínez –a poco de recibirse de técnico en producción de moda– opinó sobre el casting de modelos: “Representaban la languidez de las africanas, con el cuello larguísimo”, teorizó y aprobó también la pasada, muy entusiasmado.

En esta segunda edición del Buenos Aires Runway, el título de “diseñadora emergente” fue para Luz Ballesteros. Graduada de la UBA, sus diseños remiten a la estética de la danza contemporánea. También estuvieron sobre la pasarela Cecilia Gadea, Rodrigo Abarquero y Andrés Baño.

A lo largo del día se llevaron a cabo distintas conferencias y seminarios, la mayoría dirigidas a profesionales. Pero en algunas se colaron vecinos y estudiantes de diseño o de las múltiples carreras relacionadas con la moda. María Jimenez fue una de ellas. Estudiante de una tecnicatura en producción de modas, llegó temprano y organizó su agenda para no perderse nada: “Todo me pareció muy interesante. También los desfiles”, le dijo a Clarín . Y elogió también la pasada de Sartori.

La idea es repetir estas actividades con cada temporada, dos veces al año. Desde el CMD buscan imponer el evento como un referente de la moda a nivel regional. En Brasil, el evento que se organiza en la ciudad de San Pablo es un ícono de la moda mundial. Lo mismo ocurre en otras ciudades del mundo, en donde se marca tendencia hacia todos los mercados. La búsqueda es replicarlo desde la Ciudad, para promover el diseño local.

El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, prometió “seguir apoyando a la industria de la moda, que genera más de 50 mil puestos de trabajo en la Ciudad”.

Fuente: Clarin

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